Campaña Nacional Antipolio: En Cuba, cero poliomielitis
Míriam Zito
Realizada de forma gratuita pese a las afectaciones económicas y de toda índole, ocasionadas por el bloqueo norteamericano durante medio siglo a Cuba, esta campaña forma parte del programa masivo de vacunación que garantiza a los más pequeños once vacunas para protegerlos contra trece enfermedades. Además de la poliomielitis, entre ellas se encuentran la difteria, sarampión, tétanos, tos ferina, parotiditis, hepatitis B, Haemophilus influenzae, fiebre tifoidea, rubéola, tuberculosis y antimeningocócica B y C. En esta ocasión, a partir de su inicio y hasta el 5 de marzo, 338 mil 210 menores de tres años, desde un mes de nacidos, recibirán dos gotas por vía oral, y en su segunda fase (24 al 30 de abril) se les suministrará una segunda cuota, a la vez que se efectuará la reactivación con una nueva dosis a 137 mil 322 infantes de nueve años. Contraindicada en niños aquejados por algún tipo de inmunodeficiencia y en alérgicos a cualquier componente de la antipolio, tampoco será administrada a los que presenten fiebre alta, diarreas y vómitos, según orientaciones específicas del Ministerio de Salud Pública. Estadísticas oficiales reportan que antes de 1959, la poliomielitis era un verdadero azote de salud en Cuba, con una elevada incidencia entre la población infantil y solo entre 1957 y 1961 se registraron mil 162 casos de parálisis o muerte por polio, 76,6 por ciento en menores de cinco años. Del griego πολίός polios: gris; y de µυЄλός myelon (médula espinal), a la poliomielitis, originada por un poliovirus, también se le denomina parálisis infantil. Descrita por primera vez por el alemán Jacob Heine en 1840, en su forma aguda causa inflamación en las neuronas motoras de la médula espinal y del cerebro, lo que desencadena parálisis, atrofia muscular y deformidad; así como parálisis permanente o la muerte, al detenerse el funcionamiento del diafragma. LA LUCHA CONTRA LA POLIOSu contravención, priorizada en Cuba a partir del triunfo revolucionario, implicó un estudio epidemiológico, cuyos resultados se utilizaron en la primera campaña de inmunización dirigida a menores de 14 años, mediante vía oral. Una alta cobertura inmunitaria en toda la Isla, un buen sistema de vigilancia y la aplicación de medidas de control a lo largo de más de 40 años, han permitido erradicar y prevenir no solo este flagelo desde 1962, sino también eliminar otras enfermedades como la difteria desde 1979, el sarampión (1993), así como la parotiditis y la rubéola desde 1995. A lo anterior se suma —explica el doctor Gustavo Kourí Flores, director del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK)— la eliminación de complicaciones graves como la meningoencefalitis posparotiditis desde 1989, el tétanos y la tos ferina, estas dos últimas con una incidencia inferior a 0,1 por cien mil habitantes. La lucha contra la polio ha reportado, según dice, numerosos beneficios directos e indirectos a la población cubana, pues entre 1962 y 1970 se previnieron mil 200 nuevos casos y 200 defunciones, solo posible debido a las campañas de inmunización llevadas a cabo. “La estrategia de Cuba fue única en el mundo y uno de los factores que contribuyeron al éxito fue la creación del laboratorio de Virología en el seno del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología, donde se llevaron a cabo los estudios virológicos para vigilar el desarrollo de la parálisis fláccida aguda”. Ubicado hoy en el IPK, esas investigaciones se llevaron a cabo primero anualmente, después cada dos años y más tarde, cada cinco, y sus resultados contribuyeron a promover la aplicación de las campañas masivas, además de las tres dosis en el primer año de vida para tratar de erradicar la enfermedad en el orbe. Debido a su importancia, en el IPK funciona un grupo de investigación relacionada con la poliomielitis, bajo la dirección del doctor en Ciencias Pedro Mas Lago, premiado por el Centro Nacional para la Prevención y Control de las Enfermedades Trasmisibles (CDC) de Atlanta, por su contribución a los trabajos sobre erradicación de la polio a nivel mundial. “Los últimos estudios hechos por este grupo son de una relevancia extraordinaria”, afirma la doctora Alina LLop Hernández, directora del Laboratorio Nacional de Referencia y subdirectora del IPK. A tal punto, dice, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) le pidió a Cuba que junto con científicos norteamericanos del CDC, emprendieran los trabajos sobre la polio, pues el único país que podía hacer ese tipo de estudio era Cuba, por haber desarrollado durante tantos años las campañas masivas de inmunización. “Como consecuencia se ha extendido la forma cubana de abordaje de la vacunación antipolio para contribuir a su erradicación mundial, lo que determinó una felicitación a Cuba de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud”, afirma la doctora Llop. El 9 de abril de 1995, el Estado cubano recibió el Certificado de Erradicación de la Polio en Cuba de manos de funcionarios de la Organización Panamericana de la Salud y de la Comisión Internacional de la Erradicación de la Poliomielitis en el Mundo, reconocimiento que valida la experiencia cubana en la lucha contra un flagelo que aún fustiga a otras regiones subdesarrolladas del mundo. Reportar actualmente cero poliomielitis en la Isla constituye un logro indiscutible de la medicina cubana, que se aplica sin atender credos, raza ni procedencia, a tenor de los principios éticos y humanistas que han prevalecido en estos 50 años de Revolución.
___________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ Fuente: CubAhora: Revista Informativa. Año XI |